El sector de la fabricación mediana sigue inmerso en la transformación digital. Georg Kästle conoce el camino que lleva de las innovaciones digitales a los productos de éxito económico. Lleva más de tres décadas en el mundo de las TI, trabaja como profesor en la RWU (Universidad de Ciencias Aplicadas de Ravensburg-Weingarten) y, desde principios de 2022, es CIO (Chief Information Officer) y CDO (Chief Digital Officer) en la planta de Vollmer en Biberach an der Riß, Alemania.
Lleva impartiendo clases en la Universidad de Ciencias Aplicadas de Ravensburg-Weingarten desde la década de 1990, y ha creado programas de grado en informática empresarial y empresa digital, entre otros. ¿Cuáles son los temas que más le interesan actualmente como profesor?
Fundamentalmente, nuestro trabajo en la RWU consiste en transmitir a los jóvenes los fundamentos de la informática y demostrar cómo se relaciona con la economía y la industria. Para nosotros es muy importante preparar a los estudiantes tanto en la teoría como en la práctica. Para ello hemos creado, por ejemplo, el Laboratorio Digital. Allí enseñamos cómo se pueden crear ofertas concretas a partir de innovaciones digitales. Las start-ups pueden poner a prueba sus ideas en el Laboratorio Digital y comprobar si son comercializables. En la RWU también apoyamos al sector de las medianas empresas, que aquí en Alta Suabia es muy amplio y que no pocas veces es uno de los ‘campeones ocultos’ del mundo. Actualmente, la digitalización ofrece a las medianas empresas un enorme potencial de mercado, pero también conlleva grandes retos.
¿Dónde se encuentra el sector de la mediana empresa en comparación con las grandes empresas o los Grupos de actuación global en lo que respecta a la digitalización?
En este caso no es posible una respuesta global, ya que en ambos lados hay empresas que son líderes en este camino o que van a la zaga del mercado. Los sectores que dominan las TI, como los desarrolladores de software o los fabricantes de electrónica, están más avanzados per se que, por ejemplo, la artesanía o el comercio. No obstante, hay que decir que la digitalización no es un proceso que se complete nunca, para ninguna empresa. Actualmente, en el sector de las empresas medianas, vemos que casi todas las empresas han iniciado esta
transformación, pero solo en contadas ocasiones las TI se han unido realmente a los productos y servicios. Los grandes grupos suelen ir ya un paso por delante en este aspecto.
¿Qué debería hacer el sector de las medianas empresas para avanzar en la transformación digital?
Como en la vida real, aprender de las ‘grandes empresas’ sin cometer los mismos errores. Sin embargo, existen diferencias entre ambas, ya que el sector de tamaño medio a menudo carece de las capacidades o los especialistas necesarios para llevar a cabo esta transición de forma coherente. Los grupos con grandes departamentos de TI y centros informáticos propios parten con ventaja en este aspecto. Por ello, las empresas más pequeñas deben intentar crear sinergias lo más sensatas posible. Puede tratarse de la cooperación con otras empresas o de la colaboración con centros de investigación independientes como la RWU. En el Laboratorio Digital ya mencionado, sondeamos los servicios y productos digitales desde el punto de vista de sus posibilidades en el mercado, y apoyamos a las medianas empresas en el desarrollo ulterior de aplicaciones basadas en IoT (Internet de las cosas).
¿Existen también ventajas del sector mediano frente a las grandes empresas?
Las empresas más pequeñas son innatamente más ágiles que los grandes grupos. Si consiguen incorporar esta agilidad a la transformación digital, será una ventaja trascendental. Pero todos los actores deben ser conscientes de que son las personas las que están en el centro de la digitalización. En efecto, la tecnología la hace posible, pero son las personas las que dan forma a la transformación. En este contexto, los procesos son el todo y el fin, ya que deben ser trazados de forma digital. Sólo las personas están en condiciones de comprender los procesos y modelizarlos. Por eso es fundamental que todos los departamentos de la empresa participen en la transformación. La cualificación, el cargo o la edad de los empleados no tienen nada que ver. Sólo si todos forman parte de la tendencia digital y colaboran en una visión global, la digitalización pasará también al ADN de una empresa.
Desde principios de 2022, usted ha estado ayudando a dar forma a la transformación digital como CIO y CDO en Vollmer, el especialista en afilado de Biberach. ¿En qué punto de este viaje se encuentra actualmente Vollmer?
Vollmer ha creado un sólido punto de partida en los últimos años. Aquí se podría mencionar, por ejemplo, la pasarela IoT para sus máquinas afiladoras o el núcleo digital anclado en el sistema ERP con un alto estándar SAP. Para hacer un uso más eficiente de sus máquinas afiladoras, erosionadoras o láser para el procesamiento de sierras circulares o herramientas rotativas, Vollmer ha puesto en marcha la iniciativa digital V@dison. Actualmente, el objetivo es llenar V@dison de vida adicional. Para ello, Vollmer ha puesto en red a todos los departamentos y áreas, de modo que todos puedan contribuir a dar forma a la transformación. Ahora se trata de pensar de forma aún más holística y de entusiasmar al personal con los proyectos previstos. Sólo con un sólido planteamiento interno de la digitalización puede una empresa replicar la fuerza de este planteamiento también en el exterior para los clientes.
¿Cuáles son los próximos pasos en el camino de Vollmer?
Actualmente estamos manteniendo intensas conversaciones con los responsables de TI de nuestros clientes. Esto nos ofrece la oportunidad de diseñar más intensamente nuestras relaciones con los clientes en un marco diferente. El reto central es manejar la enorme variedad de nuevas tecnologías, comprenderlas y clasificarlas correctamente en su contexto (entre el cliente y Vollmer). Puede sonar gracioso, pero una de las principales tareas de la transformación digital es que el sector de la mediana empresa tome una decisión inteligente sobre lo que no está haciendo. Si una empresa implanta 100 cosas que están muy bien pero que no aportan ningún beneficio al cliente, nadie avanza en la digitalización. En Vollmer, hemos creado un equipo digital que trabaja con un radar tecnológico, para mantener siempre el foco en la implantación para el cliente. Esto también significa que algunas cosas no se implementan conscientemente.