La precisión y la eficiencia son dos de los pilares fundamentales dentro de los procesos de producción de mecanizado moderno. En este sentido, una de las tecnologías más eficaces es el fresado de alta velocidad (HSC), que permite una combinación única de rapidez, precisión y calidad en el acabado de las piezas.
Los cabezales HSC permiten reducir de horas a minutos el tiempo de producción de los componentes más complejos. Pero también lograr acabados tan finos que no hagan necesario los tratamientos posteriores. Todo ello de una manera mucho más económica y eficiente.

¿Qué son los cabezales de fresado HSC?

Los cabezales de fresado HSC (High-Speed Cutting) están diseñados para operar a revoluciones mucho mayores que los convencionales, permitiendo realizar cortes rápidos y precisos en diversos materiales. Gracias a ello, es posible lograr acabados de alta calidad y reducir los tiempos de ciclo.
Su capacidad para manejar el calor y reducir vibraciones es determinante para obtener superficies más finas y minimizar el desgaste de la herramienta. Además, están fabricados en acero de alta velocidad (HSS) o carburo de tungsteno, lo que le confiere una gran durabilidad.

Ventajas de los cabezas de fresado HSC:

• Aumento de la velocidad de producción: el tiempo de fresado puede reducirse de 4 horas a solo 30 minutos, aumentando considerablemente la productividad y permitiendo gestionar un mayor volumen de pedidos.
• Mejora en la calidad del acabado: permiten mantener velocidades elevadas sin sacrificar precisión, garantizando acabados más precisos en sectores críticos como el sanitario o el aeroespacial.
• Reducción del desgaste de herramientas: la alta velocidad y la evacuación de virutas más eficiente reducen la fricción y el calor, disminuyendo el desgaste y prolongando la vida útil del cabezal. Esto reduce los costes de mantenimiento y mejora la consistencia y la calidad del mecanizado.

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